Pot-in-pot. Cómo refrigerar alimentos sin consumir electricidad
El invento denominado “Pot-in-pot” fue desarrollado por Mohamemed Bah Abba, residente del norte de Nigeria en donde el 90% de las aldeas no poseen electricidad. Gracias a este método se puede refrigerar alimentos sin consumir energía.
En 1995, el profesor nigeriano Mohammed Bah Abba diseñó un sistema de refrigeración para alimentos que no necesitaba electricidad o combustibles fósiles para su buen funcionamiento.
Se le conoce como Pot-in-Pot y como Zeer. Su diseño consiste básicamente en dos ollas de material poroso con arena entre ellas, sobre las cuales se coloca un paño húmedo.
Su principio de funcionamiento es el enfriamiento evaporativo. Cuando el agua del paño se evapora absorbe energía (calor latente) del recipiente interior, el cual se mantendrá fresco mientras este proceso continúe.
Lamentablemente por su principio de diseño, el Pot-in-pot sólo funciona en climas secos, ya que en climas húmedos el agua no se evapora como necesitamos.
Cómo funciona Pot-in-pot.
Su funcionamiento es muy básico y consiste en colocar una vasija cerámica dentro de otra vasija mas grande, llenando el espacio entre ellas con arena mojada y cubriendo la parte superior con un paño húmedo.
Cuando el agua se evapora, extrae con ella el calor almacenado dentro de la vasija, generando así un descenso de la temperatura interna. Es un proceso natural, económico y fácil de elaborar.
Se necesitan dos vasijas de barro, una de diámetro y dimensión más grande que la otra (espacio entre ellas de uno a tres centímetros). Arena y agua. Las macetas serán de terracota o arcilla, sin esmalte.
Rellena los agujeros en la base de las ollas. Use arcilla, piedras de gran tamaño, corcho, pasta hecha en casa; cualquier cosa adecuada disponible para llenar el hueco. Si deja los agujeros abiertos, el agua entrará en la olla interior y también y se agotará en la olla más grande, lo que haría ineficaz el sistema.
Llena la base de la olla más grande con arena gruesa. Llénala hasta una altura que garantice que la olla más pequeña se encuentra en la misma altura que la olla más grande. Coloca la olla pequeña sobre la capa inferior de arena de la olla grande.
Rellena todo alrededor de la olla pequeña con arena. Llena casi hasta el final, excepto para dejar un pequeño hueco en la parte superior.
Vierte agua fría sobre la arena. Haz esto hasta que la arena está completamente empapada y no pueda absorber más agua. A medida que viertes el agua, hágalo gradualmente para dar tiempo a que el agua penetre en la arcilla.
Toma un paño o una toalla y mójalo en agua. Coloca el paño sobre la parte superior del recipiente interior para que lo cubre completamente.
Deja que la olla interior se enfríe. Usa un termómetro o las manos para comprobar el efecto de enfriamiento del sistema.
Mantén este refrigerador en lugar seco y ventilado para que el agua se evapore con eficacia hacia el exterior.
Coloca los alimentos en el interior para su almacenamiento. Tendrás que seguir comprobando regularmente la humedad de la arena. Vierte más agua a medida que se vuelve más seco para mantenerlo bien húmedo. Por lo general, dos veces al día.
Con este sistema, los alimentos perecederos que duraban solo 3 días (antes de comenzar el proceso de descomposición), ahora pueden llegar a durar hasta 3 semanas.